efectos de abstinencia en el cuerpo

Dejar los antidepresivos no es un paseo por el parque. Muchas personas deciden suspender su medicación por diversas razones: altos costos, sensación de mejoría, o planes de embarazo. Pero la realidad es que estos medicamentos no curan la depresión, solo ayudan a controlar síntomas como ansiedad y pensamientos suicidas. Y cuando decides dejarlos, tu cuerpo protesta.

Los síntomas de abstinencia son reales. Y brutales. Fatiga, dolores de cabeza y sudoración excesiva son solo el comienzo. Tus noches se llenan de insomnio y sueños aterradores. Las náuseas aparecen sin invitación. ¿Y ese extraño mareo? Normal. Tu cerebro está readaptándose a un nuevo equilibrio químico. Algunas personas describen sensaciones de descargas eléctricas. Sí, como pequeños rayos dentro de tu cabeza. Nada agradable.

El aspecto emocional tampoco es un paseo. De repente, todo parece abrumador. Situaciones sociales que antes manejabas fácilmente ahora parecen una misión imposible. Te sientes desconectado, como si observaras tu vida desde lejos. Las relaciones se complican porque, sorpresa, tu capacidad para sentir empatía también está de vacaciones. Es especialmente difícil mantener interacciones positivas con familiares cercanos, a quienes puedes encontrarte tratando con irritabilidad aumentada.

Nunca, jamás deberías suspender estos medicamentos por tu cuenta. La reducción gradual bajo supervisión médica es fundamental. Cada persona reacciona diferente según el tipo de antidepresivo y tiempo de uso. Los de vida media corta, como la venlafaxina, suelen causar más problemas que los de vida media larga, como la fluoxetina. Es importante considerar que los síntomas de abstinencia generalmente comienzan a los pocos días y duran de 1 a 2 semanas, aunque en algunos casos pueden extenderse mucho más tiempo.

Para sobrevivir al proceso: hidratación, descanso y ejercicio moderado. Algunos necesitan analgésicos, siempre con autorización médica. La buena noticia es que eventualmente las emociones «normales» regresan. La mala es que el camino es difícil.

Si los síntomas se vuelven insoportables, regresar temporalmente a la medicación puede ser necesario. No es fracaso, es sentido común. La discontinuación de antidepresivos no es una prueba de fuerza de voluntad. Es un proceso médico que requiere paciencia y profesionalismo. Tu cerebro merece ese respeto.

You May Also Like

Gente Vitamina: El Poder Emocional Que Muchos Pasan Por Alto, Según Marian Rojas

¿Pueden las vitaminas combatir la depresión mejor que las pastillas? La ciencia revela las profundas conexiones entre los nutrientes y tus emociones más oscuras. Tu felicidad podría depender de lo que comes.