¿Quién no se ha sentido mejor después de pasar tiempo con esa persona especial que simplemente te entiende? No está solo en tu cabeza. La ciencia lo respalda. Las personas que nos hacen sentir bien—estas «personas vitamina»—realmente mejoran nuestro bienestar a nivel biológico. No es broma.
Estos individuos hacen más que solo alegrar nuestro día. Provocan la liberación de oxitocina, la llamada «hormona del amor», que reduce el estrés y la ansiedad. Es increíble lo que puede hacer un buen abrazo. Nuestros cuerpos literalmente se calman cuando estamos con ellos. El ritmo cardíaco se normaliza. La presión arterial baja. El sistema inmunológico se fortalece.
El apoyo social no es un lujo; es una necesidad. Los humanos evolucionaron como criaturas sociales por una razón. Nos necesitamos unos a otros para sobrevivir—emocional y físicamente. Aquellos con conexiones sociales fuertes viven más tiempo. Eso es un hecho. Tu «persona vitamina» podría literalmente estar extendiendo tu vida.
El fundamento para estas relaciones comienza temprano. Los patrones de apego en la infancia moldean nuestras conexiones adultas. ¿Apego seguro cuando eras niño? Es más probable que encuentres y mantengas relaciones saludables más adelante. ¿Problemas de confianza desde la infancia? Esos te seguirán. Lo siento, pero es verdad.
Estamos programados por nuestros vínculos más tempranos. La seguridad—o las heridas—de la infancia se convierten en plantillas para cada relación que sigue.
Las relaciones tóxicas hacen lo contrario. Nos drenan. Aumentan el cortisol. Debilitan la función inmune. Tu cuerpo sabe la diferencia entre alguien que es bueno para ti y alguien que no lo es, incluso si tu corazón aún no lo ha entendido.
La comunicación también importa. ¿Esas conversaciones genuinas y profundas con tu persona vitamina? Están fortaleciendo tu vínculo y mejorando tu salud. La charla superficial no es suficiente. En su libro, Marian Rojas Estapé explora estrategias prácticas para encontrar personas que realmente pueden mejorar nuestra resiliencia emocional. La experiencia de la Dra. Rojas Estapé en el tratamiento de la ansiedad y depresión hace que sus perspectivas sean particularmente valiosas para aquellos que luchan con heridas emocionales.
Encontrar tu persona vitamina no se trata de suerte. Se trata de reconocer patrones saludables y romper los destructivos. A veces requiere trabajar primero en el trauma. Pero vale la pena.
